FreezeM, una startup israelí, revoluciona la agricultura de insectos con su modelo de 'cría como servicio', separando la cría de la mosca soldado negra (MSN) de la producción a gran escala de proteínas.
Propone centros globales de cría para hacer el cultivo de insectos más simple, sostenible y escalable. Mediante una técnica de animación suspendida entrega neonatos (larvas recién eclosionadas) en 'hibernación', mejorando su supervivencia y rendimiento al ser activados por los agricultores.
Este método aborda los retos de la integración vertical, simplificando la crianza y procesamiento.
Con su programa CRISPR, introduce 'BSF Titan', una línea de neonatos genéticamente mejorados para incrementar la productividad, aumentando un 25% la conversión alimenticia de las larvas.